martes, 6 de noviembre de 2012

¿CRISIS CAPITALISTA O CRISIS DEL SISTEMA GLOBAL?

La globalización desde una perspectiva integral



FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES (FLACSO)
CONGRESO DEL 25 ANIVERSARIO, GUATEMALA, NOVIEMBRE DEL 2012
TEMA: CRISIS CAPITALISTA GLOBAL Y ALTERNATIVAS DE DESARROLLO

Dr. Luis Alberto Padilla*


“Teoría salvaje, subversiva y devastadora, la física cuántica ha tirado por tierra el edificio cuidadosamente vigilado que la física tradicional construyó a lo largo de los siglos y nos ha hecho entrar con los pies desnudos en el mundo de la ciencia ficción. Las revoluciones republicanas, marxistas, islamistas y otras arriesgan aparecer un día como insignificantes frente a la revolución cuántica. Nuestra organización sociopolítica y nuestros modos de pensamiento han sido trastornados y lo serán más todavía que por cualquier otro acontecimiento” Sven Ortoli & Jean Pierre Pharabod.*

1. Introducción

En esta ponencia sostenemos la tesis que durante mucho tiempo los cientistas sociales han tenido la tendencia de analizar el fenómeno de la globalización desde el punto de vista estrictamente económico, de modo que se parte de la “crisis capitalista global”, para examinar la magnitud de la crisis que ha provocado la globalización económica y la forma como nuestra economía (y la centroamericana) se articula con la economía mundial haciendo patente un cierto reduccionismo economicista.

Desde nuestro punto de vista para hacer un enfoque más apropiado del fenómeno de la globalización se requiere una metodología integral que considere los aspectos culturales, sociológicos, económicos y de carácter psicológico que ésta posee. Por estas mismas razones, considero más adecuado proponer como punto de partida la crisis del sistema global en lugar de la crisis del capitalismo, que en todo caso vendría a ser algo así como la expresión económica de lo que ocurre a nivel de la totalidad sistémica. Por eso mismo, supone tomar la parte por el todo o, lo que es lo mismo, incurre en el error de reducir el todo a una de sus partes. De modo que adoptaremos el enfoque que parte desde la totalidad sistémica y por ello desde ya respondemos al interrogante que plantea el título de la ponencia indicando que para nosotros la crisis es del sistema global y por ende, la crisis del capitalismo es una manifestación particular, económica, que no abordaremos específicamente(1).

En consecuencia, si comenzamos este análisis desde el punto de vista del sistema global hay que adoptar un enfoque que posea un mayor nivel de abstracción y generalidad. La primera cuestión entonces es que por sistema global desde el punto de vista de las ciencias sociales consideramos aquí al conjunto de las sociedades que habitan el planeta incluyéndolo como tal, pues de acuerdo con la ecología la tierra es también un sistema vivo conforme a la teoría de Lovelock y Margulis(2).

En este orden de ideas, si adoptamos el enfoque de la teoría de los sistemas - con una perspectiva transdisciplinaria - debemos señalar, de entrada, que también estamos incluyendo a la teoría de la evolución. Por consiguiente una primera cuestión a tratar es que en el análisis del sistema global deben incluirse a los sistemas vivos y si bien todo sistema vivo (y la persona humana al igual que la sociedad y el planeta entero lo son) onto y filogenéticamente ha pasado por fases que van de un menor a un mayor grado de complejidad lo cual significa que estamos observando el proceso de cambio, reiteramos, desde el punto de vista de la teoría de la evolución.

Una segunda cuestión importante a señalar, respecto a la teoría misma, es la constatación que dicho proceso evolutivo en el ámbito social no ha sido lineal-progresivo, sino que se trata de fenómenos de cambio de gran complejidad en los cuales la evolución ascendente coexiste con puntos de inflexión y ruptura, puntos críticos o punto caos fenómeno que se explica porque los procesos de cambio pueden orientarse en forma ascendente y avanzar trascendiendo/superando las estructuras obsoletas que han provocado las situaciones de crisis o bien pueden encaminarse negativamente y caer hacia una situación de degradación caótica que en el caso de la humanidad la podría llevar incluso hacia el colapso total (como ha sucedido con muchas civilizaciones) y a la misma desaparición del homo sapiens como especie, lo cual subraya la gravedad del problema que confrontamos, pues como dice uno de los investigadores consultados (Laszlo) parafraseando a Hamlet: evolución o extinción, esa es la cuestión(3).


Más que una contradicción entre modos de producción económica, clases sociales, naciones estado o civilizaciones, religiones y culturas, lo que realmente está en juego hoy en día entonces es la contradicción entre un sistema global basado en el paradigma cartesiano newtoniano de tipo mecanicista propio de la era del logos el cual, si queremos superarlo y reorientar la evolución hacia esferas de desarrollo más elevadas, deberíamos sustituirlo por un paradigma holístico basado en los postulados de la física cuántica y de una nueva espiritualidad.

Sostenemos entonces que esa nueva manera de ver el mundo, nueva filosofía o cosmovisión, debe construirse a partir de un cambio paradigmático, pues no es posible pensar de manera distinta –como ya lo decía Einstein- utilizando los mismos conceptos e ideas que se trata de transformar o cambiar. Pero para poder cambiar nuestra mentalidad tendríamos que transformar nuestra conciencia: ¿ hasta que punto es posible hablar de cambio o evolución de la conciencia? Veremos que para un connotado filósofo y pensador alemán del siglo pasado – Jean Gebser- esto no sólo es posible sino que hay una historia de las transformaciones de la conciencia que de estadios primitivos (como el arcaico) se pasó a etapas como la mágica o la mítica antes de arribar a la estructura de tipo “racional mental” cuyas deficiencias se han ido incrementando al mismo tiempo que estarían preparando el advenimiento de una mentalidad que Gebser llama “integral” situación en la que la humanidad se encontraría en la actualidad. Así que para superar la crisis global tendríamos que proponernos apresurar ese cambio de paradigma dado que son las ideas y la concepción del mundo (la weltanschauung) la que determina el cambio estructural y no al contrario.

De modo que, en síntesis, en lugar de “alternativas para el desarrollo económico” en esta ponencia planteamos, con base en el pensamiento de destacados filósofos y científicos contemporáneos, algunas ideas sobre lo que podrían ser las alternativas para la evolución no sólo de la conciencia, que es la base sobre la cual debe construirse la acción para promover el cambio social, sino también para la evolución o transformación de la sociedad(4) que es lo más importante para superar la crisis del sistema global. Necesitamos un nuevo paradigma que del logos que prevalece en el mundo presente nos conduzca al holos del futuro, si realmente nos proponemos salir de ésta crisis que afecta no sólo a Guatemala sino al planeta entero.

2. Las manifestaciones de la crisis

Aunque el ciudadano común y corriente de nuestro país pudiese pensar que el problema de la inseguridad es algo particular a Guatemala en realidad se trata de un problema mundial como ya lo decía Castells en un libro premonitorio de mediados de los noventa(5). El crimen organizado transnacional vinculado -o no- al narcotráfico y las políticas prohibicionistas extremas que Washington impone en todo el mundo es un fenómeno global. El miedo al terrorismo –magnificado por los medios de comunicación de masas- lo sufren por igual norteamericanos, europeos, africanos, indios o paquistaníes y no sólo árabes o habitantes del Medio Oriente que viven bajo la zozobra de los constantes atentados suicidas o la potencial conflagración general que causaría un “ataque preventivo” de Israel contra Irán. El terrorismo proveniente de sectas fundamentalistas o individuos desquiciados puede ocurrir hasta en ciudades tranquilas como Oslo o Denver. Los nefastos pronósticos de Huntington viendo venir la confrontación del mundo occidental con los musulmanes desde la época del fin de la guerra fría se confirmaron y junto con la equivocada política norteamericana de disputar a Moscú su zona de influencia natural en los pivotes geoestratégicos de Eurasia (la expansión de la OTAN y defensas antimisiles en Europa central) han elevado los gastos militares a más de mil millones de millones (1 billón) de dólares, gasto que repercute en detrimento de la paz y de la inversión en desarrollo humano disminuyendo la posibilidad de alcanzar los ambiciosos objetivos del milenio de Naciones Unidas para el 2015.

Mil millones de gente continúan viviendo en pobreza extrema mientras que un 20% de la población detenta el 80% de la riqueza mundial. La situación de la mujer no ha mejorado sustancialmente en la mayoría de países en desarrollo en donde se sigue padeciendo la discriminación de género, explotación y violencia contra las féminas. El cambio climático amenaza con convertir en desiertos grandes extensiones del planeta y con inundar las zonas costeras como consecuencia del derretimiento de los glaciares, casquetes polares y campos de hielo y fenómenos naturales como la “tormenta perfecta” que acaba de azotar la costa oriental de los Estados Unidos son cada vez más frecuentes. Las reservas de alimentos disminuyen y más de la mitad de la población mundial padece de restricciones de agua potable. Según estimaciones de la OMS, diariamente mueren unos 6,000 niños a causa de diarreas provocadas por contaminación del agua o las hambrunas que provocan las sequías sobretodo en los países del África subsahariana. Oleadas de inmigrantes invaden los países ricos desde los países pobres ante lo cual estos reaccionan construyendo muros o promulgando una legislación que criminaliza la inmigración por motivos primordialmente racistas, como ocurre con los latinoamericanos – y cientos de miles de guatemaltecos dentro de ellos- en Estados Unidos. Las epidemias de enfermedades infecciosas se extienden y son cada vez más graves, como ocurre con el SIDA en África. La última crisis económica mundial del 2008 desatada por la falta de regulación de la actividad bancaria y la especulación financiera de Wall Street condujo a la grave crisis de la Unión Europea que un gobierno alemán neoliberal pretende ahora solucionar con las mismas políticas de austeridad equivocadas que el “consenso de Washington” ha querido imponer a los países en desarrollo, - con resultados catastróficos como ocurrió en Argentina a principios de la década pasada- y que ha desatado un movimiento social de protesta – y no sólo en Grecia o España también en Estados Unidos - de gente indignada porque los gobiernos “rescatan” a los Bancos y no a los seres humanos(6). Por otra parte, hay que tener claro que la globalización económica es resultado del interés de las empresas transnacionales por operar en un mercado libre de trabas arancelarias y de allí que sean estas empresas corresponsables también de las crisis económicas y las consecuencias sobre el medio ambiente.(7)

3. Las raíces de la crisis: un paradigma obsoleto.

Hace más de trescientos años que al filósofo francés René Descartes se le ocurrió poner en duda la cosmovisión católica-tomista(8) del universo y proponer en su lugar otra “cosmovisión”, otra filosofía según la cual la razón individual es lo único en lo cual se puede confiar y a partir de allí se elaboró una nueva concepción del mundo, que desde entonces ha sido considerado como un gigantesco sistema mecánico compuesto de piezas - al igual que el cuerpo humano que es visto también por la medicina especializada como una máquina o sistema mecánico- todo lo cual derivó posteriormente en que estas ideas mecanicistas se aplicaron al Universo entero por científicos como Newton y a la vida social - concebida como una lucha competitiva por la existencia- por personajes cuyo nombre no vale la pena recordar que pretendían inspirarse en Darwin (quien nunca dijo que su teoría fuese aplicable a las relaciones interindividuales) , o al sistema patriarcal instaurado desde el inicio de las sociedades agrarias pero ahora justificado por una ideología según la cual eran las leyes naturales de la biología las que determinaban la sumisión de la mujer al hombre de modo que los valores asociados al machismo y a la dominación masculina prevalecieron en todas las sociedades al igual que una idea del poder concebido como dominio sobre los otros en el campo social y sobre la naturaleza en el orden físico natural.

Conforme al paradigma dualista/mecanicista el pensamiento y la mentalidad de la gente se vuelve predominantemente asertiva caracterizándose por ser eminentemente racionalista, analítica, reduccionista y lineal. Los valores son también asertivos y se caracterizan por la búsqueda permanente de la expansión, la competencia, la creencia en que “más tienes más vales” pues la riqueza y la posesión de bienes materiales son vistos como lo más importante en la vida, como lo que determina “el éxito” individual de las personas: el tener prevalece sobre el ser y la cantidad sobre las cualidades de las personas o sobre la calidad de las cosas.

Si bien Descartes quien además de la res cogitans y la res extensa creía en Dios y por ello se le atribuye haber dicho que “Toda la filosofía es como un árbol. Las raíces son la metafísica, el tronco la física, las ramas todas las otras ciencias” la verdad es que una vez separada la religión del Estado –por obra y gracia de las revoluciones inglesa y francesa- y de Kant quien declaró a la metafísica (“la cosa en sí” ) incognoscible por medio de la razón pura, las creencias religiosas quedaron relegadas al campo de lo estrictamente individual, de la llamada razón práctica y de la fe como virtud personal. La “espiritualidad” quedó mal vista por la ciencia moderna y por el racionalismo que desde entonces se apoderó de la filosofía, porque a pesar de los intentos de ir más allá del racionalismo que hiciera la filosofía post moderna francesa(9) la verdad es que en este campo ocurre como en el de la economía: se les dice a los políticos que hay que aplicar medidas keynesianas para salir de la crisis – como lo han hecho Krugman y Stiglitgz reiteradamente - y estos continúan aplicando las recetas neoliberales, todo debido a los viejos paradigmas son “duros para morir” y subsisten en la mentalidad de las personas, como ocurrió durante el renacimiento que a pesar de la demostración científica del sistema heliocéntrico – Galileo, Copérnico - la gente seguía pensando que la tierra era plana y que el sol giraba alrededor de ella.
De manera que como sostiene Gebser en su obra, lo veremos adelante, “todas las estructuras de conciencia previas siguen activas, aunque obscuras, en nuestra conciencia presente”(10) lo cual explica la resistencia del ser humano a cambiar sus formas de pensamiento, su ideología, sus “cosmovisiones” en suma.

Es por ello que en el mundo sigue prevaleciendo una mentalidad basada en el sistema de pensamiento racionalista propio de la modernidad y de la ilustración que se ha quedado obsoleto debido a su incapacidad para integrar los conocimientos de las disciplinas particulares y a su igual incapacidad, debido a su naturaleza parcial al reduccionismo – la tendencia a considerar las ideas o la cultura como una expresión de intereses económicos es un ejemplo-- para adoptar una visión holística transdisciplinaria que es la única forma de abocarse con seriedad a la solución de la crisis contemporánea.

4. Hacia un nuevo paradigma.

A diferencia del paradigma cartesiano la teoría de los sistemas al igual que la cosmovisión integral de pensadores como Ken Wilber(11) o Ervin Laszlo postula una visión holística integrada del mundo en lugar de considerarlo como una discontinua colección de partes siendo también una visión ecológica porque reconoce la interdependencia fundamental de todos los fenómenos y el hecho que como individuos y sociedades estamos inmersos y dependemos de los procesos cíclicos de la naturaleza.


El nuevo paradigma posee una visión cosmocéntrica los seres humanos son “hebras de la trama de la vida”, no separa los humanos del entorno natural, lo cual es congruente con la espiritualidad entendida como la filosofía perenne que poseen las tradiciones espirituales místicas sean estas cristianas, budistas o, por ejemplo, la filosofía y cosmología subyacente en las tradiciones espirituales del pueblo maya(12).


El pensamiento en el nuevo paradigma es integrativo y se caracteriza por ser intuitivo, sintético, holístico y no-lineal a la vez que sus valores buscan la conservación del medio ambiente, la cooperación, privilegian la cualidad/calidad sobre la cantidad y la asociación sobre el espíritu competitivo. El poder se entiende como influencia (no dominio) y se pasa de la visión de jerarquía a la de redes en la organización social. Como cosa curiosa podríamos señalar la mayor importancia concedida a la psicología sobre la lógica y en el campo de las ciencias naturales a la biología sobre la física.

5. La teoría de los sistemas, la física cuántica y la ecología.

W. Ross Ashby y Norbert Wiener desarrollaron la teoría matemática de la comunicación y control de sistemas a través de la regulación de la retroalimentación cibernética. En 1950 el austriaco Ludwig von Bertalanffy formuló la teoría general de los sistemas argumentando entre otras cosas que estos no pueden ser comprendidos por medio del análisis dado que las propiedades de las partes no son propiedades intrínsecas sino que sólo pueden ser comprendidas en el contexto de un conjunto mayor. Para Bertalanffy hay que concentrarse en los principios esenciales de la organización ya que en contrapartida al método analítico el método sistémico es contextual, lo cual significa que a diferencia del análisis que busca aislar algo para estudiarlo y comprenderlo, el pensamiento sistémico encuadra este algo dentro del contexto de un todo superior.

Por otra parte, hay que tener presente que la teoría de los sistemas está estrechamente vinculada a la física cuántica. Recordemos entonces que en la física clásica newtoniana se pensaba que todo fenómeno puede reducirse a partículas sólidas y concretas (materiales) mientras que ahora la física cuántica demuestra que las partículas materiales se disuelven a nivel subatómico en pautas de probabilidades en forma de ondas. Estas pautas o probabilidades no representan probabilidades de “cosas” sino más bien de interconexiones, son interconexiones entre partículas subatómicas: “el mundo es un complicado tejido de acontecimientos en el que las conexiones se alternan, superponen o se combinan determinando así la estructura del conjunto” como sostenía el famoso Heisenberg, teórico del no menos famoso principio de incertidumbre o indeterminación cuántica que ha tenido repercusiones en todos los ámbitos académicos a raíz de la comprobación, por vía experimental, de la muy conocida paradoja EPR, que Einstein formuló para refutar a Heisenberg -y al grupo de Copenhague de Niels Bohr- pero que al final de cuentas el refutado fue él, porque tanto en los experimentos de Francia como en los del CERN de Ginebra se comprobó la inseparabilidad de las partículas que parte del principio que a nivel subatómico la realidad es un todo indivisible, “no separable”. En síntesis, en la mecánica clásica las partes determinan el comportamiento del conjunto, en la mecánica cuántica es el todo el que determina el comportamiento de las partes y las partículas elementales no son entidades no analizables con existencia independiente, son un conjunto de relaciones que se extienden entre partículas(13).

Por otra parte, recordemos que la teoría de los sistemas y la biología han tenido también una importante aplicación en la Ecología. James Lovelock y Lynn Margulis son los autores de la teoría de Gaia que considera al planeta entero como un sistema vivo, autopoiesico y autorregulador, lo cual se puede constatar en las constantes de composición atmosférica, temperatura, salinidad oceánica, dióxido de carbono y oxigeno. En forma transdisciplinaria la geología, la microbiología, la química atmosférica y otras disciplinas han demostrado que la tierra es un sistema vivo (autopoiesico)(14) que crea las condiciones aptas para su propia existencia.

6. El nuevo paradigma, la evolución social y de la conciencia.

Hemos visto a grandes rasgos las características que debería tener ese nuevo paradigma y esa transformación de la conciencia que se requiere para salir de la crisis global. Sin embargo, hay que recordar algo de lo que ha sido la evolución social para comprender mejor ésta problemática. Al principio la evolución social fue lenta: el paleolítico o edad de piedra con bajo nivel de innovación y gran estabilidad duró unos 10 milenios. La domesticación de plantas y animales condujo a la revolución neolítica hace unos 10,000 años, de cazadores recolectores nómadas el planeta pasó a tener sociedades sedentarias de pastores y agricultores. Las innovaciones tecnológicas (control del fuego, diseño herramientas (azadón), la rueda, el arado condujeron de las comunidades neolíticas a los vastos imperios arcaicos de Babilonia, Egipto, la India y China. A nivel de la conciencia esto supuso el paso de una mentalidad o conciencia arcaica a otros estadios que se caracterizaron por el predominio de mentalidades mágicas o míticas. En Grecia es en donde aparece por primera vez una mentalidad racional: en Atenas filósofos como Platón y Aristóteles evidencian el paso de la mente humana del pensamiento mítico al pensamiento racional, del teos se pasó al logos.

Durante la edad media se retorna al teos, pero – como ya vimos- durante la época renacentista y de la ilustración con filósofos como Descartes, Leibniz, Newton, Rousseau -que preparan el advenimiento de Kant y de Hegel- se retorna al predominio, en las altas esferas del mundo académico, de la mentalidad racional, mientras en el campo de las ciencias naturales el nuevo paradigma heliocéntrico de Galileo /Copérnico y la gravitación universal (Newton) conducen también al renacimiento del logos. Este es el paradigma que actualmente continua manteniendo su predominio en la academia a escala mundial y en menor grado informa la mentalidad de ciertos estratos sociales en todos los países del mundo, siendo la raíz – como ya hemos señalado también- de la crisis global que padecemos. De allí la necesidad de evolucionar hacia un estadio superior de conciencia, hacia el nuevo paradigma holístico e integrador cuyo origen se encuentra en la física cuántica pero que ha sido desarrollado en el campo de las ciencias biológicas, de la ecología, las neurociencias, la psicología transpersonal y de las ciencias sociales por numerosos investigadores y filósofos, dentro de los cuales destacan los ya mencionados Jean Gebser, Stanislav Grof, Ken Wilber y Ervin Laszlo.

Gebser sostiene que la evolución de la conciencia ha llegado a la etapa actual que es la de una mentalidad racional – después de superar las etapas mágicas y míticas- pero dicha mentalidad debe continuar su evolución hacía el estadio superior de la conciencia integral (o transpersonal/transracional como la llama Wilber) pero que dicha evolución se ha visto bloqueada por deficiencias que – como ocurrió en Alemania durante la era de Hitler en la que se produjo una regresión o involución al etnocentrismo tribal- pueden ocurrir en el proceso con resultados lamentables, como – extrapolando las ideas de Gebser- podemos constatar en el mundo actual. Pero, por otra parte, es fundamental tener presente que no necesariamente las estructuras de conciencia previas que siguen activas, aunque obscuras –como dice Gebser- en nuestra conciencia presente son negativas. En el caso de los nazis y el hitlerismo lo fueron, en el caso colectivo de los terroristas de Al Qaeda e individual de los psicópatas de Oslo y de Denver también obviamente se trata de involuciones o regresiones negativas.

Sin embargo, hay ciertas estructuras de conciencia previas a la racional, como la mítica, cuyas manifestaciones presentes pueden cumplir con una función positiva, y este es el caso de las cosmovisiones indígenas. Stanislav Grof trata esta cuestión de la siguiente manera:

“Si observamos cómo interpreta el mundo la civilización industrial occidental y lo comparamos con la visión que de él tenían las culturas antiguas indígenas, encontraremos una diferencia abismal. Uno de los aspectos que determinan esta diferencia es la profundidad y calidad de nuestro conocimiento del mundo material. La ciencia occidental sin duda ha descubierto muchas cosas, desde el mundo de la astrofísica hasta el mundo de los quanta , conceptos que las culturas antiguas e indígenas desconocían por completo. Esto es algo natural, algo que viene dado con el tiempo y el progreso y que todos consideramos normal. Sin embargo, existe otro aspecto de esta diferencia absolutamente extraordinario y sorprendente. Es el desacuerdo fundamental sobre la presencia o ausencia de una dimensión espiritual en el universo. Para la ciencia occidental el universo es esencialmente un sistema material que se creó a sí mismo. Puede entenderse, al menos en principio, en función de las leyes naturales. La vida, la conciencia y la inteligencia se consideran unos productos más o menos secundarios y accidentales de la materia. En contrapartida, las culturas antiguas y aborígenes dotan al universo de una esfera anímica, con muchos ámbitos generalmente invisibles, y consideran la dimensión espiritual un aspecto fundamental de la realidad. Esta diferencia entre las dos concepciones del mundo suele atribuirse a la superioridad de la ciencia occidental sobre la primitiva superstición. Los científicos materialistas atribuyen las nociones de espiritualidad a una falta de conocimiento, a la superstición, a falsas ilusiones, a un pensamiento mágico primitivo, a una proyección de imágenes infantiles en el cielo o a una psicopatología aguda. Sin embargo, cuando consideramos el tema con detenimiento, vemos que la razón de esta diferencia estriba en alguna otra cosa. Tras cuarenta años dedicado a la investigación de la conciencia, puedo decir a ciencia cierta que esta diferencia sólo se basa en la ingenuidad e ignorancia de la civilización industrial occidental respecto a los estados atípicos de la conciencia. Todas las culturas indígenas antiguas valoraban mucho los estados anormales de la conciencia. Dedicaban mucho tiempo a desarrollar métodos seguros y eficaces para inducirlos y luego los utilizaban para diversos propósitos: como vehículo principal de su vida espiritual y ritual, para diagnosticar y curar enfermedades, cultivar la intuición y la percepción extrasensorial y para la inspiración artística.”(15)

Está claro que en el largo párrafo que hemos transcrito el análisis de Grof concierne exclusivamente a las culturas antiguas (la antigua civilización egipcia, caldea, sumeria o maya) así como a las “aborígenes e indígenas” pero que no está refiriéndose a la grandes civilizaciones del Oriente (la India, Japón o China). En todo caso, y con relación al Tíbet ,en donde el budismo es fundamental, un diálogo intercultural sumamente fructífero se instaló y ha venido funcionando de manera innovadora gracias a la fundación del Mind & Life Institute, del cual uno de los fundadores es el Dalai Lama y, por cierto, el distinguido científico chileno Francisco Varela, a quien ya hemos citado (fallecido prematuramente en 2003), porque evidentemente la práctica de la meditación y el estudio de los estados de conciencia transracionales –o transpersonales- que con ella se logran es algo que se viene haciendo, desde hace más de dos décadas(16).

Por otra parte, conviene tener presente que para el caso de Guatemala es evidente que la espiritualidad y la cosmovisión maya no sólo encaja perfectamente dentro de lo expuesto por Grof sino que, como he intentado demostrar en otra ponencia, presenta numerosas concordancias con la ciencia y la filosofía contemporáneas.(17)

7. ¿Es posible un macrocambio social a partir de la transformación de la conciencia?

El eminente filósofo y científico húngaro Ervin Laszlo publicó en 2008 un libro denominado “El cambio cuántico: Cómo el nuevo paradigma científico puede transformar la sociedad”(18) en el cual sostiene            –parodiando a Hamlet- que la cuestión esencial del mundo contemporáneo frente a la crisis global es evolución o extinción. Después de referirse a los escenarios posibles de desembocadura de la crisis y sostener que sin cambios la misma puede conducir a la extinción de la humanidad como especie habitante de este planeta, pasa a considerar lo que habría que hacer para promover el surgimiento de una civilización sostenible partiendo de la idea que todavía estamos a tiempo de impulsar el cambio.

Según Laszlo todo “macrocambio” supone una fase inicial de cambio gradual pero que se mantiene constante antes de pasar a una fase posterior de incremento rápido que lleva a lo que Laszlo llama un punto de “crisis y bifurcación” que finalmente culmina en una fase concluyente de avance hacia un sistema nuevo más estable, pero que presenta el peligro que en ese mismo punto de bifurcación el cambio puede conducir al colapso, en cuyo caso la sociedad podría caer en la crisis y en el caos.

¿Cuáles son los factores que determinan la fase inicial de cambio? Para Laszlo se trata de innovaciones en tecnologías duras (herramientas, máquinas, sistemas operativos) que aceleran el cambio al conducir a una mayor eficacia en la manipulación de la naturaleza con fines humanos, todo lo cual ha venido ocurriendo desde hace largo tiempo a escala mundial. En la fase de transformación, que es un proceso que ha venido ocurriendo a partir del fenómeno de la globalización, las innovaciones tecnológicas conllevan cambios sociales y en las relaciones con el entorno provocando un nivel más alto en la producción, un incremento rápido de la población (la población mundial ya alcanzó los 7 millardos), mayor complejidad social con y un impacto creciente (negativo) en el medio ambiente que ha acelerado el cambio climático de manera indeseable.

Nos encontramos ahora justamente en la fase más crítica porque es la que afecta a la cultura (la “cosmovisión” ) la cual ve cuestionada y el sistema global no carece de orden pero este es extremadamente sensible a las fluctuaciones es decir, que puede conducir a una ruptura brutal y por consiguiente al caos(19).

Se trata entonces de evitar que la evolución de la cultura o “mentalidad” dominante determine un desenlace negativo del proceso, es decir un salto caótico del sistema, pues la manera como se escinde su trayectoria de cambio cuando ésta arriba al punto de bifurcación vendría a ser el “punto crucial” parafraseando el nombre del libro de Fritjof Capra(20).

Evidentemente, si llegásemos a entrar en la fase de colapso el orden social se vería expuesto a una serie de crisis que podrían degenerar en conflictos y en violencia, en guerras que pueden conducir al colapso de la civilización entera, como aparentemente habría sido el caso de la civilización maya de las épocas clásica y post clásica de acuerdo con la teoría de investigadores como Jared Diamond(21) y otros.

Debido a este peligro, en la fase de avance de la  mentalidad de una masa crítica de personas  se esperaría que las personas con una conciencia más avanzada estuviesen en capacidad de promover una evolución de tal suerte que se adquiera un nuevo paradigma  mejor adaptado al tipo de “macrocambio” que se busca.

Por ende, nos recuerda Laszlo, hay que tener presente que los cambios en las sociedades humanas ( a diferencia de la naturaleza) son consecuencia de cambios internos de mentalidad y consciencia ya que son estos los llamados a conducir a un cambio en la manera de relacionarse entre sí de las personas y con el entorno o medio ambiente.

 En consecuencia, y considerando el hecho que la tan llevada y traída “globalización” finalmente es un fenómeno que consiste esencialmente en la expansión del ámbito de interacción de las sociedades humanas no importando su diversidad y distancia espacial, entonces  hay que tener presente que en la sociedad contemporánea es el sistema global (no la crisis del capitalismo, que es un simple “modo de producción” como le llamaba el mismo Marx) el que está determinando su insostenibilidad,  la cual a su vez es resultado de ese modo de expansión  que se traduce en la búsqueda frenética del crecimiento económico a toda costa, en las migraciones planetarias, la desigualdad, la pobreza, el terrorismo, las guerras y todos estos efectos negativos que, combinados con degradación ecológica, nos ponen en riesgo de conducirnos al caos, que dentro de ésta  perspectiva analítica es equivalente – ni más ni menos- que  a la extinción de la especie humana.

Entonces si en este proceso ya pasamos la fase inicial y la de transformación y nos encontramos justo en la fase crítica, en el punto de bifurcación –tercera fase- en donde en medio de la crisis de civilización y del sistema global (y no solo del capitalismo que es su expresión económica) la humanidad tendrá forzosamente que elegir uno de los caminos a seguir, aquí en ésta encrucijada es en donde la profética idea de los mayas acerca del cambio del Oxlajuj B´aktum que se producirá el próximo solsticio de invierno adquiere toda su dimensión e importancia, cuestión que no escapó al conocimiento y atención de Laszlo quien con sabiduría y clarividencia hace seis años publicó un libro en el cual escribió lo siguiente:

“Los procesos iniciados al principio del siglo XIX fueron acelerados desde la década de 1960 y se dirigen inevitablemente hacia una ventana de oportunidad seguida de un punto crucial de no-retorno: el punto caos frente al cual no podemos permanecer indecisos, no podemos retroceder y debemos continuar en movimiento porque hay vías alternativas que nos llevan hacia adelante. Hay una línea de quiebre hacia abajo pero también hay un sendero que nos conduce a un mundo nuevo. En un notable y tal vez no del todo fortuito acuerdo con la fecha predicha por la civilización Maya, ese “punto caos” es probable que se alcance en o alrededor del año 2012. El calendario Maya indica que esa será la “Era del Jaguar”, el treceavo Baktum o período de la cuenta larga de 144,000 días que llegará a su fin con el quinto sol del 22 de diciembre del 2012. Esa fecha, de acuerdo con el sistema Maya marcará entonces la “entrada” a una nueva época de desarrollo planetario, gracias a un tipo de conciencia radicalmente distinto. El año 2012 es posible que sea realmente la puerta de entrada a un mundo diferente, pero si este será un mundo mejor o desastroso todavía no está decidido. Estamos en el punto de bifurcación de dos caminos alternativos que se abren ante nosotros: a) el camino de la caída que conduce al desastre debido a la rigidez y a la falta de visión de largo plazo que provoca una tensión insoportable para las instituciones y cuyo resultado será el conflicto y la violencia de proporciones globales, con una anarquía generalizada en consecuencia, o b) el camino ascendente: la evolución hacia una nueva civilización. Una nueva manera de pensar con valores más adaptados y una conciencia más evolucionada movilizará a la gente y catalizará el surgimiento de una nueva creatividad. Los pueblos y las instituciones controlarán las tensiones que surgieron con la irreflexiva fascinación de las generaciones precedentes por la tecnología y la ilimitada búsqueda de riqueza y de poder. Alrededor del año 2032 una nueva era debería comenzar para la humanidad. La visión que tenemos de esta dinámica de transformación en cuatro fases es simple y directa: en toda sociedad los cambios fundamentales son el resultado de innovaciones tecnológicas que desestabilizan las estructuras e instituciones establecidas. Sin embargo, hoy en día las nuevas estructuras e instituciones que la humanidad necesita esperan que aparezca una mentalidad más adecuada en la mayoría de la población. De esa manera, si bien es cierto que para transformar el mundo se requiere de la innovación tecnológica como un detonador, el factor decisivo no provendrá del cambio tecnológico sino del surgimiento de un nuevo pensamiento –de nuevos valores, percepciones y prioridades- en una masa crítica de personas que constituirán la mayoría de la sociedad”(22)

8. Conclusiones.

El llamado fenómeno de la globalización, aunque tiene una dimensión económica importante, posee también dimensiones de naturaleza sociopolítica, cultural y ecológicas que abarcan, actualmente al planeta en su conjunto. En esta ponencia presentamos datos y evidencias que se obtuvieron investigando bibliografía reciente de connotados científicos y filósofos contemporáneos, con lo cual se demuestra que la crisis de sostenibilidad ecológica que sufre el planeta sobrepasa con creces las crisis económicas particulares que se pueden sufrir en países o regiones determinadas, así como las problemáticas de orden nacional o internacional.

Por eso mismo hablamos de una crisis del sistema global y no del capitalismo y planteamos que la salida, las “alternativas” – para esa crisis global - no son de carácter económico tampoco, aunque naturalmente, tal postura no riñe con la posibilidad de que en cada país el mundo académico, los partidos políticos o los sectores sociales con sus respectivas agrupaciones gremiales aborden las problemáticas nacionales y propongan alternativas de acción política sean estas en materia de desarrollo económico-social o de otra índole.

Nuestro interés ha sido nada más proponer una visión integral que puede ser utilizada en el mundo académico como una metodología útil. En el caso de Guatemala, nos parece que la metodología integral aquí referida es perfectamente aplicable de manera que, sin entrar a considerar particularidades cosa que los expertos conocedores de cada tema manejan mejor, nuestra sugerencia va en la dirección de que manteniendo la crisis global en el horizonte, como una especie de gran escenario de fondo dada su obvia incidencia en lo que ocurre tanto a nivel nacional como regional, es conveniente abordar cualquier problemática con una perspectiva transdisciplinaria y que esto es fundamental no sólo para mejorar los diagnósticos sino para decidir alternativas de acción.

Insistimos entonces en que la utilización de las ocho grandes concepciones paradigmáticas que hemos mencionado (la fenomenología, el estructuralismo, la autopoiésis, la neurofisiología, la hermenéutica, la antropología cultural, la autopoiésis social y la teoría de los sistemas (dentro de la cual se ubican no sólo las ciencias naturales sino la física cuántica) paradigmas que se encuentran insertos en la visión integral cuadrangular wilberiana (subjetivo/objetivo, interno/externo) la cual a vez se refiere a los cuatro grandes campos de las ciencias sociales que son la cultura, la sociedad, la ecología y la persona humana.

Pero retornando de nuevo a lo que hemos dicho sobre la crisis global, y respecto al proceso de evolución y transformación de la conciencia que es otro de los grandes temas abordados en esta ponencia, nos parece que al igual que en plano individual (ontogenético) existe un proceso evolutivo que determina el tránsito del egocentrismo infantil a la racionalidad de la madurez pasando por el etnocentrismo de la adolescencia y la juventud, así también a nivel colectivo (filogenético) es evidente que la expansión de la consciencia grupal transita de las sociedades primitivas a las naciones estado, de las sociedades agrarias a las industriales, de lo mítico a lo racional, culminando con las actuales sociedades de la información, que deberían estar dotadas ya de una cosmovisión transpersonal/ transracional que es la base sobre la cual debería asentarse la (todavía) potencial sociedad global holística que se requiere para salir de la crisis, pero dado que esto todavía no ocurre resulta indispensable –vía la acción educativa- propiciar el conocimiento necesario para facilitar su advenimiento.

Dicho en otras palabras, para salir de la crisis del sistema global tenemos que estar en capacidad de incidir en la transformación de la conciencia individual y colectiva porque esto es indispensable no sólo para cada estado nacional sino para la humanidad en su conjunto. Salir de, superar cada una de las pequeñas crisis o problemáticas local/nacionales requiere del cambio de nuestra mentalidad, de nuestra manera de ver las cosas, de nuestra conciencia, y para ello deberíamos comenzar haciendo el esfuerzo de partir permanentemente no sólo de la gran problemática global sino también de la gran teoría integral, de la gran teoría de todas las cosas. A fin de obtener mejores resultados de nuestra acción a nivel local debemos partir del estudio del sistema, de las totalidades/parte, de los holones. Hoy más que nunca se confirma que hay que pensar de manera global para actuar a nivel local, sin olvidar que este tipo de acción, como ocurre con los ecosistemas y los ciclos tróficos del mundo natural, retroalimentarán y tendrán una incidencia en los procesos a escala mundial.

En efecto, el proceso histórico que vivimos es tan profundo como cualquier otro proceso evolutivo pero en la actualidad el tiempo se ha acelerado y se ha vuelto incomparablemente más rápido que cualquier otro sucedido en el pasado lo cual significa que tanto los individuos como las sociedades se encuentran ante el enorme desafío no sólo de adaptarse a la dinámica del proceso sino de asumir el reto de cambiar el obsoleto paradigma de raíz cartesiana que domina actualmente nuestra cultura y sustituirlo por un paradigma holístico e integral a fin de superar la crisis de civilización que se padece en el planeta entero.

Pero hay que tener presente que esa nueva civilización holística que se aproxima, al trascender al logos sin embargo deberá incluirlo conservando sus aspectos positivos. En Guatemala, por ejemplo, no se trata de avanzar hacia la integralidad eliminado la racionalidad y la modernidad entre otras razones porque en muchos aspectos nuestro país aún no ha concluido su modernización: no somos todavía ni un estado plenamente democrático ni mucho menos un estado de derecho y tenemos graves tareas pendientes como lo son disminuir las desigualdades y la pobreza, integrar la nacionalidad guatemalteca terminando con las exclusiones por motivos culturales, étnicos o de género, incluyendo por supuesto el pleno reconocimiento a los derechos de los pueblos originarios para lograr la unidad con respeto a la diversidad.

Trascender no significa eliminar todo lo proveniente del pasado, solamente aquello que ya no es funcional como la visión fragmentaria de la economía, la sociedad y la cultura, porque dicha visión fragmentaria se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo sostenible, pero obviamente, tenemos que mantener las políticas de modernización en relación a todos aquellos aspectos premodernos que caracterizan al Estado y a la sociedad, no se trata de desechar la modernidad sino de incluirla para mejorar la situación general del país, y lo mismo ocurre con los aspectos míticos que caracterizan la espiritualidad de importantes segmentos de la población, mayas o no mayas, ya que estos se adscriben a prácticas religiosas legítimas que deben conservarse, porque la religión (y la Iglesia Católica o las iglesias evangélicas) tienen (y han tenido desde siempre) un importante papel que jugar en el desarrollo nacional.

Y esto nos lleva de la mano a la consideración final, pero no la menos importante, acerca del rol fundamental de la espiritualidad que se expresa a través de la cosmovisión maya porque ésta tiene implicaciones profundas para el tema del cambio paradigmático gracias a la compatibilidad y concordancias que posee tanto con otras cosmovisiones, como con la filosofía y las ciencias lo que abre un espacio importante para que un verdadero diálogo intercultural sea institucionalizado en Guatemala(23). Por ello la cosmovisión maya no sólo debe considerarse como un sustento fundamental del cambio de era anunciado por el advenimiento del próximo Oxlajuj B´aktum, de la transformación de la conciencia y de la construcción del nuevo paradigma holístico sino también de la nacionalidad guatemalteca en su conjunto.

En consecuencia frente a la actitud temerosa de aquellas personas que al llegar a la encrucijada del punto crucial que nos obligará a decidir entre el caos y la anarquía o por el salto hacia adelante y hacia lo alto, nuestra conclusión principal es que frente al pesimismo hay que optar por el optimismo y ver una ventana de oportunidad en el proyecto de la gran transformación de la conciencia humana , de un cambio de mentalidad que debe orientar los procesos de cambio por el camino ascendente de la trascendencia y la espiritualidad. 

La humanidad ha evolucionado del mitos al teos y de este al logos, pero ahora se trata de trascender el logos -como nos recuerda Laszlo- ascender de nuevo hacia el holos –incluyéndolos a todos, para alcanzar el reinado del espíritu, entendido éste como ya lo habían comprendido filósofos de la talla de un Schelling o un Hegel en el siglo XIX pero como también como lo han concebido desde siempre las grandes cosmovisiones universales – las tradiciones orientales, el budismo, el cristianismo y la cosmovisión maya- y las tradiciones místicas de los sabios e iluminados de todos los tiempos: de Platón a Spinoza, de Plotino a San Juán de la Cruz, del Maestro Eckhart a Santa Teresa de Avila, de Nagarjuna a Aurobindo, de Lao-Tsé a Vivekanda, de Buda a Cristo.

9. Notas 

*Profesor universitario (URL), docente de FLACSO, doctorado en la Universidad de París (reconocimiento de grado académico USAC,1978) , abogado (USAC). Fundador y presidente del Instituto de Relaciones Internacionales e Investigaciones para la Paz (IRIPAZ). Diplomático de carrera ha sido embajador ante Naciones Unidas en Ginebra, La Haya y Viena así como embajador en Holanda, Rusia, Austria y Chile. Ha publicado varios libros y artículos sobre temas de filosofía del derecho, relaciones internacionales, ciencia política , resolución de conflictos e investigación para la paz.

* Cit.por Jean Staune in: Notre existence a-t-elle un sens? Une enquete scientifique et philosophique, Presses de la Renaissance, Paris, 2007, p.105 (traducción libre del francés LAP)

(1) “La globalización representa la emergencia de un solo espacio económico integrado que es conducido por la lógica organizacional de las redes industriales de las corporaciones y sus relaciones financieras que se intersectan en múltiples espacios políticos….la globalización encuentra su origen en la naturaleza cambiante de las operaciones transfronterizas de las empresas que se deciden para organizar el desarrollo, producción, origen, mercadeo y actividades financieras… La creciente interdependencia económica ha reducido la distancia entre las naciones soberanas y las regiones, requiriendo una más estrecha cooperación en el manejo de la macroeconomía nacional…Una empresa transnacional no es un agregado de firmas nacionales dispersas sino que se encuentra manejada por un conjunto de estrategias globales que racionalizan la asignación de recursos a lo largo de todo el espectro del mercado” Reinicke Wolfgang in : Global Public Policy: Governing without Government? & Interdependence, Globalization and Sovereignty, Brookings Institution, Washington,1998, pp. 11-13 .Aunque hemos dicho que en la ponencia no trataremos la crisis económica – que es la crisis del capitalismo- habría que preguntarse hasta que punto la crisis financiera del 2008 y la actual crisis – también financiera- de la Unión Europea , dado que su naturaleza es eminentemente monetaria y de los bancos, ha afectado también a las empresas transnacionales, que de acuerdo con el análisis de Reinicke arriba expuesto, no sólo son los principales actores de la globalización, sino que también tendrían que ser sus principales beneficiarios, de modo que se impone la interrogante: ¿ la crisis financiera actual –del mundo desarrollado- es también una crisis de las empresas transnacionales?

(2) James Lovelock sostiene que la tierra es un sistema vivo equiparable a un organismo (la teoría de Gaia) gracias al efecto regulatorio que sobre el clima y el medio ambiente terrestre ejerce la biosfera que rodea el planeta. Lovelock se hizo famoso durante su trabajo para la NASA en los años sesenta porque a partir de un análisis del espectro atmosférico de Marte descubrió la inexistencia de oxígeno para sustentar a la vida – como sucede en la biosfera terrestre – cosa que fue comprobada posteriormente gracias al envío de naves no tripuladas a ese planeta. Cf. Lovelock, James, The Vanishing Face of Gaia: A Final Warning: Enjoy It While You Can, Allen Lane, 2009, The Revenge of Gaia: Why the Earth Is Fighting Back – and How We Can Still Save Humanity. Santa Barbara (California): Allen Lane,(2006). Gaia: Medicine for an Ailing Planet. Gaia Books, (2005) [Gaia Books 1991]. Gaia: The Practical Science of Planetary Medicine. Oxford University Press UK, (2000) [1979]. Gaia: A New Look at Life on Earth (3rd ed.). Oxford University Press, UK. En cuanto a Lynn Margulis, bióloga norteamericana que trabajó estrechamente con Lovelock y comparte con él el mérito de haber formulado la teoría de Gaia, sostiene que aplicar la teoría de la evolución a los sistemas vivos significa estudiar la interacción simbiótica entre organismos. Cf, entre otros libros: Margulis, Lynn, and Dorion Sagan: Dazzle Gradually: Reflections on the Nature of Nature, Sciencewriters Books, 2007.

(3) Laszlo, Ervin: El cambio cuántico. Cómo el nuevo paradigma científico puede transformar la sociedad, Kairós, Barcelona, 2009.

(4) Nos damos cuenta de la gran diferencia existente entre el planteamiento de una “revolución social” –como querían los marxistas del siglo XIX - respecto a los conceptos de “transformación de la conciencia” y “evolución social”. La teoría marxista en ciencias sociales ha sido superada por la metodología más compleja cuyo origen se encuentra la teoría de los sistemas debido a: 1) El marxismo, al igual que otras perspectivas reduccionistas como el psicoanálisis freudiano, si bien tienen razón en ciertos aspectos de sus planteamientos teóricos, no son completos, es decir, se trata de planteamientos parciales que tienen que ver con la dimensión externa y material de la realidad, pero es claro que sólo son una parte de la realidad no la totalidad de la misma, que debe ser estudiada integralmente, es decir, incluyendo también sus dimensiones “internas”, particularmente la cultura (Habermas) y la conciencia( Gebser).Internas -según la metodología integral- significa que debe considerarse así tanto desde el punto de vista del estudio del ser humano como de la sociedad, pues ninguna de las dos puede ser reducida a la materia, que es la parte “externa” de todo sistema vivo. Además hay factores adicionales de orden sociopolítico como 2) el colapso del comunismo y del imperio soviético; 3) el fracaso del comunismo en la transformación de la conciencia (¿qué pasó con el hombre nuevo con el que soñaba el Ché Guevara?); 4) el fracaso de la idea marxista acerca de la “violencia como partera de la historia”, pues -por el contrario, como sucedió en Guatemala- la violencia engendró más violencia sin lograr el “cambio de estructuras” (“revoluciones sin cambios revolucionarios” como las ha llamado Edelberto Torres) ; 5) el fracaso del sistema económico basado en la propiedad estatal de los medios de producción y 6) el fracaso de la teoría que sostiene que infraestructura económica determina las ideas incluyendo el sistema de pensamiento, las “concepciones del mundo” o “cosmovisiones”. Lo anterior no significa caer en la apología del “fundamentalismo” del mercado pues una de las más importantes funciones del Estado contemporáneo es la regulación del mercado, al igual que la redistribución de la riqueza vía acción fiscal y gasto social, ni tampoco suscribir la ideología del capitalismo como panacea: para superar al capitalismo y transformar la economía hay que transformar también la ideología, el sistema de pensamiento y las “cosmovisiones”, en suma: transformar la conciencia. 

(5) Cf. Castells, Manuel: La Era de la Información. Vol. III: Fin de Milenio. México, Siglo XXI Editores, 2001, la versión original en inglés es de 1997 Castells, Manuel: The Information Age: Economy, Society and Culture. End of Millenium, Volume III, Blackwell Publishers Inc. USA & Oxford UK, 1998. Para América Latina en particular se puede consultar el libro de Lucía Dammert: Perspectivas y dilemas de las seguridad ciudadana en América Latina. FLACSO Ecuador, 2007.


(6) Nos referimos al movimiento de los indignados en Europa y al de “Ocupar Wall Street” en Estados Unidos. Al respecto puede verse el famoso manifiesto del francés Sthéphane Hessel (Indignes vous! ) y los libros de dos ganadores del Premio Nóbel de Economía, Paul Krugman y Joseph Stiglitz, de los cuales recomendamos especialmente, el último libro de Krugman ¡Acabad ya con esta crisis!, Editorial Crítica, Madrid, 2012 , en donde Krugman señala –entre otras importantes cuestiones- que disminuir el desempleo (la última cifra de desempleo en la Unión Europea, noviembre del 2012 es el 11.6%) debería ser la tarea principal de los gobiernos, pero esto sólo se podría lograr con un incremento del gasto público en actividades productivas generadoras de empleo, a lo cual se opone la ideología del “Consenso de Washington” empeñada en la estabilidad monetaria y en la disminución del déficit presupuestario. También Stiglitz nos recuerda en uno de sus últimos libros - con el título mismo- que estamos en “el momento para una mano visible (en el mercado): lecciones de la crisis financiera mundial del 2008” , Cf. Stiglitz, Joseph: 2010 Time for a Visible Hand: Lessons from the 2008 World Financial Crisis, with S. Griffith-Jones, J.A.Ocampo, and J.E. Stiglitz, eds., Initiative for Policy Dialogue Series, Oxford: Oxford University Press. También en su libro sobre la intervención militar de Bush en Irak, Stiglitz nos recuerda que fue Bush – no Obama- el verdadero responsable del gigantesco déficit del presupuesto norteamericano, tanto por haber embarcado a Estados Unidos en la innecesaria guerra para derribar a Sadam Hussein en Irak - que sólo logró incrementar el terrorismo tanto en ese país como a nivel mundial- como por la reducción de impuestos a los multimillonarios, dado que los demócratas después de los 8 años de Clinton le dejaron a los republicanos un presupuesto superavitario. Cf: Stiglitz, Joseph & Linda Bilmes The Three Trillion Dollar War, W. W. Norton, New York, USA, 2008.

(7) Pero como dejamos planteado anteriormente, hay que preguntarse hasta que punto dichas empresas se encuentran en crisis. Prima facie todo parecería indicar, sin embargo, que si el sistema financiero y bancario lo están, las transnacionales en cambio parecerían estar gozando de muy buena salud….

(8) Decimos que se trata de la “cosmovisión católica- tomista” pensando que el sistema filosófico que predominó durante la edad media fue el de Santo Tomás de Aquino, uno de los preclaros fundadores y profesores de la gran Universidad de París, la Sorbona. El sistema tomista fue la base de la escolástica católica y este tuvo a su vez como fundamento el pensamiento clásico de Aristóteles, o sea que de alguna manera Santo Tomás constituye también una expresión del “renacimiento” de los clásicos griegos sólo que en este caso durante la plena edad media.

(9) Recordemos que los postmodernos (a pesar de ser filósofos franceses en su mayoría y por lo tanto de formación cartesiana) se consideraban antidualistas aseverando que la filosofía occidental creó dualismos que excluyen otras perspectivas importantes del pensamiento. En general los postmodernos promovieron el pluralismo y la diversidad y fomentaron la relatividad epistemológica cuestionando la verdad objetiva de los textos -históricos, literarios o de otro tipo— alegando que estos no podían decirnos "lo que sucedió en realidad" dado que usualmente estos reflejan los prejuicios, cultura y la época particulares de un escritor determinado : “el lenguaje moldea nuestro pensamiento” y -como no puede haber ningún pensamiento sin lenguaje- la verdad se vuelve una cuestión de “perspectivas” dentro de contextos. Otra característica es la oposición a la idea de progreso entendido como desarrollo lineal marcado por la esperanza de un futuro mejor por lo cual la filosofía postmoderna se ve como opuesta a la ilustración (liberalismo y marxismo incluidos) a la vez que consideran a los núcleos de intelectuales “ilustrados” como no funcionales en contextos multiculturales porque tienden ser eurocéntricos y patriarcales. Dentro de ésta filosofía postmoderna se ha ubicado a autores como Gilles Deleuze, Jean Baudrillard, Jean-François Lyotard, Jacques Lacan, Michel Foucault, Gianni Vattimo, Jacques Derrida, Gilles Lipovetsky, Slavoj Zizek, Alain Badiou, entre otros. Al respecto cf.: Jean Baudrillard, Jurgen Habermas, Edward Said et.al. : La posmodernidad. Kairós, Barcelona, 2000 y en el marco de un análisis divergente puede consultarse a Jürgen Habermas: El discurso filósofico de la modernidad, en El pensamiento posmetafísico. Taurus. Madrid, 1990.

(10) Jean Gebser Citado por Gary Lachman: Una Historia Secreta de la Conciencia ,Lindisfarne: Great Barrington, Massachussets, USA, 2003 p.223. Como sabemos la obra principal de Gebser, el gran teórico alemán de la evolución de la conciencia, es The Ever-Present Origin (traducción del alemán autorizada por Noel Barstad con Algis Mickunas , Athens,Ohio University Press, 1985, 1991, USA)


(11) El pluralismo metodológico integral de Wilber involucra por lo menos 8 grandes paradigmas: la fenomenología, el estructuralismo, la autopoiesis, la neurofisiología, la hermenéutica, la antropología cultural, la autopoiésis social y la teoría de los sistemas. Toda cosa/evento es considerada como un holon (todo/parte = una totalidad que a su vez es parte de otras totalidades: un molécula es un holón que contiene átomos y es contenida en una célula; un concepto es un holón que contiene símbolos, letras y es contenido por reglas etc.) Todos los holones pueden ser considerados desde la perspectiva interior/exterior; plural/singular; subjetiva/objetiva e intersubjetiva/ interobjetiva. Cf.Wilber, Ken: Sexo, Ecología, Espiritualidad, el alma de la evolución Gaia ediciones, Madrid, 2ª edición revisada noviembre de 2005.

(12) Stanislav Grof, médico psiquiatra de origen checo, actualmente uno de los más importantes investigadores de la conciencia en el campo de las neurociencias, sostiene que “la espiritualidad es un asunto privado y refleja la relación existente entre el individuo y el cosmos. Por analogía, la religión es una actividad organizada que precisa de un lugar concreto y un sistema de mediadores asignados y distribuidos jerárquicamente….Existe una diferencia fundamental entre religión y misticismo. Hay religiones sin espiritualidad y espiritualidad sin religión. La religión organizada necesita convencer a la gente de que tiene que acudir con periodicidad a un lugar específico e implicarse en el sistema para relacionarse adecuadamente con la divinidad. Para los místicos, la naturaleza y su propio cuerpo ya desempeñan el papel de templo. Su conexión con lo divino es directa y no precisa de mediadores, sobre todo cuando éstos jamás han pasado por estas experiencias….Los verdaderos sistemas espirituales son el producto de un análisis sistemático y secular de la psique gracias a tecnologías precisas que alteran los estados mentales. Son el resultado de un proceso que en muchos sentidos se parece al método científico” Grof, in: Ervin Laszlo,Stanislav Grof & Peter Russell: La Revolución de la Conciencia. Un Diálogo Multidisciplinario, prólogo de Ken Wilber, epílogo de Yehudi Menuhin, Kairós, Barcelona, 2ª edición junio del 2008, pp.55-57 ; Grof es autor de varios libros entre ellos El juego cósmico: exploraciones en las fronteras de la conciencia humana, Barcelona, Kairós, 1999. Por cierto, la diferencia que hace Grof entre religión y espiritualidad para Ken Wilber – en una obra anterior- es la misma diferencia que existe entre lo que él denomina “religión legítima” - la Iglesia Católica vrg.- porque cumple con la función de integrar al individuo tratándose así de una “integración significativa de un visión del mundo..” ; mientras que la espiritualidad forma parte de la “religión auténtica” que es aquella que “valida la transformación” (de la persona) pues “el ‘grado de autenticidad´ se refiere al grado relativo de transformación real expresado por una religión dada (visión del mundo)” Wilber, Ken: Un Dios Sociable. Introducción a la Sociología Trascendental, Kairós, Barcelona, 2ª edición, marzo de 1999, pp.88-95.

(13) Sobre física cuántica Cf. Bernard d’ Espagnat: Traité de physique et de philosophie, Fayard, Paris, 2002; Jan Staune: Notre existence a-t-elle un sens? Une enquete scientifique et philosophique, Presses de la Renaissance, Paris, 2007; Talbott, Michael: The Holographic Universe, Harper, New York, 1991; Laszlo, Ervin: Science and the Reenchantment of the Cosmos: The Rise of the Integral Vision of Reality, Inner Traditions, Rochester (Vermont), 2006 y Wallace, Alan (editor) Buddhism & Science: Breaking New Ground, Columbia University Press, New York, 2003.

(14) La autopoiesis es una teoría propuesta por los científicos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela para explicar la naturaleza de los sistemas vivos. Según ésta teoría en todo sistema vivo los componentes cambian continuamente hay un flujo incesante de materia y energía a través del organismo siendo el proceso vital la actividad que se ocupa de la continua corporeización del patrón de organización que sólo puede reconocerse si está materializado en una estructura física. La característica fundamental de una red viviente es el producirse a si misma continuamente: ser y hacer son inseparables. Autopoiesis significa “hacerse a si mismo” es un patrón de red en el cual la función de cada componente es participar en la producción o transformación de otros componentes de la red : es producida por sus componentes y a su vez los produce. Cf. Varela, Francisco: Invitation aux sciences cognitives, Editions du Seuil, Paris, 1996; Maturana, Humberto y Varela Francisco: De Máquinas y Seres Vivos: Autopoiésis: la organización de lo vivo, Editorial Universitaria, 7ª edición, Santiago de Chile, 2008.

(15) Cf. Grof: La Revolución de la Conciencia pp.35-36

(16) Al respecto pueden consultarse las obras, inter alia, de Allan Wallace, Daniel Goleman, Richard Davidson, Matthieu Ricard, Paul Ekman, Francisco Varela, y , por supuesto, del mismo Dalai Lama: The Universe in a Single Atom: The Convergence of Science and Spirituality, Broadway Books, New York,2005; Alan Wallace, Buddhism & Science: breaking new ground; Columbia University Press, 2003, Appendix: a History of the Mind and Life Institute Gay Watson, Beyond happiness: deepening the dialogue between Buddhism, psychotherapy and the mind sciences, Karnac Books, 2000. Dormir, rêver, mourir, explorer la conscience avec le Dalaï Lama, Francisco Varela, Claude Levenson, Nil éditions 1998, Surmonter les émotions destructrices, Un dialogue scientifique avec le Dalaï Lama, Dalaï-Lama & Daniel Goleman, Editeur Robert Laffont, octobre 2003, y de Matthieu Ricard et Trinh Xuan Thuan Le moine et l astrophysicien, L infini dand la paume de la main, Fayard, Paris, 2000 y The Monk and the Philosopher ( Matthieu Ricard & Jean Francois Revel) Random House, New York, 1999.

(17) Cf. Padilla, Luis Aberto: La Cosmovisión Maya y la Espiritualidad desde una Perspectiva Integral, ponencia presentada al Tercer Congreso Centroamericano de Filosofía, Guatemala, 13-15 de noviembre del 2012 (inédita).

(18) El título del libro en inglés es “Quantum Shift in the Global Brain”, Inner Traditions,New York, 2008 ; fue traducido al español por Miguel Portillo y la primera edición es de la editorial Kairós, (Barcelona, abril del 2009). Las citas y el resumen de sus principales ideas son tomados de ésta obra aunque en la bibliografía se citan otros libros importantes del autor.

(19) La teoría del caos es la denominación popular de la rama de las matemáticas, la física y otras ciencias que trata ciertos tipos de sistemas dinámicos muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales. Pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro complicando o haciendo imposible la predicción a largo plazo como ocurre, precisamente, con el clima. Antes de la aparición de la teoría del caos, se pensaba que para que el clima podría llegar a predecirse con exactitud newtoniana y que no era más que una cuestión de introducir más y más variables a una computadora lo suficientemente poderosa como para procesarlas. Sin embargo, antes se pensaba que serían pocas dichas variables pero ahora se ha pasado a considerar cientos de miles de variables y se ha constatado que en materia climática es imposible hacer predicciones porque el clima es un sistema caótico, así que realmente se trata de un sistema impredecible, y esto a pesar de tener atractores que le confieren algún tipo de orden - como sucede con las 4 estaciones del año- pero esto es lo único que sabemos a ciencia cierta: que todos los años habrá (al menos en los países que no son tropicales en donde sólo hay estaciones lluviosa y seca) verano, otoño, invierno y primavera, cuyas características todos conocemos. Pero no es posible saber con precisión matemática el clima que tendremos el día de mañana porque este es sensible a pequeñas variaciones (el llamado “efecto mariposa”) en las condiciones iniciales y la determinación de éstas con exactitud está abocado al fracaso precisamente por causa del principio de incertidumbre de Heisenberg que ya mencionamos cuando hablamos del tema de la paradoja EPR en física cuántica. Sobre este tema puede consultarse el libro de Capra, Fritjof: The Web of Life, Anchor Books, New York 1996 (publicado en español como La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos, Editorial Anagrama, Barcelona, enero 2009) ; y el libro de Gutzwiller, Martin: Chaos in Classical and Quantum Mechanics. Springer-Verlag New York,1990.

(20) Capra, Fritjof: El punto crucial: ciencia, sociedad y cultura naciente, Editorial Troquel, Buenos Aires, 1992.

(21) Diamond, Jared, Collapse: How Societies Choose to Fail or Succeed, New York, Penguin Books, 2005.

(22) Cf. Laszlo, Ervin: ”Chaos point, 20l2 and beyond. Our choices between global disaster and a sustainable planet” , Hampton Roads, Charlottesville, VA, 2006, USA, pp.14-15, traducción libre del ingles, LAP.

(23) Al respecto, véase la ponencia del suscrito, antes mencionada, que fue presentada al Congreso Centroamericano de Filosofía.

10. Bibliografía.

Capra, Fritjof The Web of Life, Anchor Books, New York 1996 (publicado en español como La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos, Editorial Anagrama, Barcelona, enero 2009)

Capra, Fritjof: El punto crucial: ciencia, sociedad y cultura naciente, Editorial Troquel, Buenos Aires, 1992

Castells, Manuel: La Era de la Información. Vol. III: Fin de Milenio. México, Siglo XXI Editores, 2001, la versión original en inglés es de 1997 Castells, Manuel: The Information Age: Economy, Society and Culture. End of Millenium, Volume III, Blackwell Publishers Inc. USA & Oxford UK, 1998.

Baudrillard Jean, Jurgen Habermas, Edward Said et.al. : La posmodernidad. Kairós, Barcelona, 2000

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